Practicar deportes puede hacer maravillas en la confianza, la vida social y la salud de una niña. Como ocurre con todo, algunas niñas serán más hábiles que otras, pero eso no significa que no deban intentarlo. Para bien o para mal, al probar diferentes actividades, las niñas podrán descubrir más sobre sí mismas, qué les hace felices y qué opciones les gustaría elegir en el futuro.
Cuando se hace bien y con la actitud adecuada, la participación en el deporte puede moldear positivamente los valores de una persona para el resto de su vida. Depende de ti, como padre, madre, tutor o mentor, establecer las expectativas de tu niña a cargo al principio de cada temporada y mantener conversaciones sinceras sobre sus intereses y objetivos. Para que tu niña aproveche al máximo su participación en los deportes, es necesario que te dediques a guiarla en el camino. ¿Estás dispuesto a prepararla para el éxito en este Día Nacional de las Niñas y las Mujeres en el Deporte? ¡Consulta estas ocho maneras de respaldar a tu niña deportista!
Que elija su pasión
Probar diferentes deportes (y una variedad de actividades extracurriculares en general) les permite a los niños descubrir sus pasiones y aquello que despierta su interés. Obligar a tus hijos a practicar un deporte que te gusta a ti, sin que ellos muestren interés, no suele conducir a un final feliz. Orientarlos hacia algo que creas que puede gustarles, basándote en sus otros intereses, habilidades o puntos fuertes es un buen punto de partida. Diles que es normal que no quieran practicar un determinado deporte a largo plazo y que prueben otra cosa. Jamás los hagas sentir como un fracaso si no llegan a enamorarse de alguna actividad.
Enséñale a respetar a sus entrenadores y compañeras
Cuando inscribas a tu niña en un deporte, insiste en la importancia de que preste mucha atención a los entrenadores y árbitros, actuando con respeto y siguiendo sus indicaciones. En general, los entrenadores llegan a los entrenamientos o a los partidos directamente desde su trabajo, así que recuérdale a tu niña que los entrenadores están dedicando su tiempo libre para hacer posible esta experiencia tanto para ella como para sus compañeras de equipo. Convertirse en una oyente atenta y activa demostrará al entrenador que está comprometida con el crecimiento como jugadora y que se toma el juego en serio, lo cual también es algo positivo.
Demuestra orgullo: gane, pierda o empate
Nunca avergüences a tu niña si fracasa o queda en segundo lugar. Esto no contribuirá a mejorar sus habilidades, ni tampoco su nivel de confianza. El hecho de que se haya presentado y haya dado lo mejor de sí misma es una victoria que merece especial consideración. Salir al ruedo e intentar algo nuevo es un acto de valentía y debe celebrarse independientemente del resultado. Infunde confianza a tu niña sin importar su nivel de habilidad, posición o tiempo de juego.
Ayúdala a gestionar sus emociones
La participación en el deporte es una forma excelente de que las niñas aprendan sobre la inteligencia emocional. Si se las educa en este aspecto a una edad temprana, se las ayudará a navegar con madurez en situaciones similares en la vida y a tomar decisiones sabias en situaciones de alto riesgo. Enséñales a tus deportistas el valor de mantener la calma en los momentos turbulentos y la humildad en los momentos de gloria. ¡Apoye a su niña deportista adoptando estos comportamientos también en casa!
Ofrécele opciones nutritivas
Los deportistas sanos adoptan hábitos saludables. Infórmale a tu niña de los muchos beneficios que coinciden con la ingesta de alimentos nutritivos, dormir lo suficiente, aplicar el tiempo de recuperación y fomentar una salud mental fuerte. Recuérdale que las opciones saludables sirven de combustible para su rendimiento deportivo y su poder cerebral en general. Da el ejemplo preparando cenas saludables, dando paseos en familia, respetando la hora de acostarse y limitando el tiempo de pantalla.
Enséñale a ser responsable
Si tu niña atleta es lo suficientemente responsable como para participar en un deporte, entonces es lo suficientemente responsable como para ocuparse de su equipo, su uniforme y su horario. Enséñale a prepararse adecuadamente para el día del partido para que pueda seguir durante el resto de la temporada. Incentívala a tomar el control de tareas por sí misma, como reparar su bolso, lavar su uniforme, anotar las fechas en el calendario, llenar su botella de agua, limpiar su equipo, etc. ¡Te aseguramos que esto se trasladará a otras áreas de su vida!
Muéstrale un ejemplo positivo en el banquillo
Excederse en las gradas con comentarios inapropiados, comportamientos violentos o un duro entrenamiento en el banquillo es humillante para tu niña atleta. Participar en deportes es suficientemente estresante para las niñas atletas, que no necesitan tener la carga adicional de preocuparse por sus acciones. La forma en que tratas a los padres y las madres que están a tu alrededor es un gran ejemplo para tu niña atleta, tanto dentro como fuera del campo. Les demuestra cómo ser una buena deportista respetuosa, así como una compañera de equipo considerada, sin importar dónde se encuentren.
No compares sus logros con los de sus compañeras
Incluso si estás halagando a tu niña, compararla con una de sus compañeras de equipo nunca es una buena idea. Las comparaciones pueden hacer que las niñas sientan una competencia y unos celos innecesarios hacia sus compañeras y esto provoque nuevas inseguridades. En lugar de decirle a tu niña que debería esforzarse más para ser más parecida a su mejor amiga, inspírala para que intente una nueva habilidad, practique de una manera diferente o reflexione sobre sus experiencias. Pero ante todo, hazle saber que vale mucho y que todo el mundo aporta algo único, ¡incluso ella!
¡Apoya a tu niña deportista adoptando estos comportamientos también en casa! Más información aquí.